Rosa Venus
Para Nancy Dionisio, la
aventurera.
“Treinta
heridos, veinte muertos y dos calcinados en la Ciudad de México”, era el
encabezado del periódico Alarma.
No
debo de llorar por ti amor, mi corazonada intuía una despedida fatal. Aquella
tarde fue el principio de nuestra desgracia, recuerdo exactamente la fecha -19
de septiembre de 2017 hora centro 1:14 pm-, cuando los muros del cine se empezaron
a mover y sonó la alarma, te fuiste olvidándote de mí, fue el momento fatal de
nuestra relación; si bien no fuimos la pareja perfecta desde el comienzo,
tampoco somos un desastre y digo somos porque aún estoy parado frente a ti,
mira que hermosa es la mañana insensato, yo con un ramo de rosas y tú acostado.
Yo sabía de tus infidelidades y enserio no me
importaba era muy feliz a tu lado, cuando recorrían tus caricias sobre mi
cuerpo, cuando recorríamos el defectuoso,
cuando íbamos por Reforma, cuando visitábamos los hoteles del metro Balderas,
cuando besabas mi frente en el Zócalo. Te perdoné todo mi amor.
Fui
estúpido al creer que te importaba, sólo dijiste de mala gana: - muévete está
temblando. La verdad no sé si tu mal humor comenzó por querer coger y yo te
rechace; ya hasta traías los jabones para utilizarlos después del acto. Pero,
amor no fue mi intención, enserio sólo quería un abrazo, mis padres me habían
corrido de la casa un día antes de nuestra separación, me gritaron a la cara: -
¡Los hombres no se casan, esa es una aberración, ante los ojos de Dios, aquí no
entras con tu “amigo”!, ¡lárgate prefiero que seas drogadicto que un pinche
joto! Ellos no entienden nuestra situación piensan que nuestra cariño es una
aberración, comprende, aún no están preparados para tener un yerno tan guapo
como tú.
Jorge,
por favor, levántate ya son más de las diez, no ves que se está enfriando el
café. Que buena es tu madre, mira recibirme con los brazos abiertos, ella
piensa en el fondo de su ser que todo es mi culpa, qué cómo lo sé, no falta
adivinar es tu madre y tiene la misma mirada de odio disimulada.
¿Hueles
eso Jorge?, ¡sí eso!, es nuestra fragancia favorita aquella que muchos
conocemos. ¿Quieres que te acaricie el pelo? Está bien, pero sólo un segundo
hay gente esperando, no amor no te odio, gracias a ti aún respiro ese peculiar
olor. Tranquilo, ya no me duele los golpes, sólo los del corazón, ¿qué sí estoy
molesto? No tontito, tú saliste corriendo del cine. No te preocupes cada uno de
los moretones que me dejaste ya está saldado con creces, tranquilo no te odio eres
el único que me quieres. Sí nene, estoy contigo.
¿Recuerdas
lo que me dijiste?, ¡sí eso!, ¡no, eso no!, ¿ya te acordaste?, ¿no?, tranquilo ya somos adultos, espera deja te lo
repito: - ¡No te amo!, ¡ya déjame en paz, me vale una vil chingada lo que pase
contigo, pinche arrastrado ni para coger sirves, bien dicen tus padres eres un
pinche joto!, ¿ya te viste?, ¡gordo, chaparro y feo!, esto fue lo último, no te
soporto más, ¡ya no me busques!
¿Recuerdas
que después del sismo te hablaron por teléfono y me dejaste afuera en la sala, argumentando
que era tu madre que estaba en el hospital? Claro que lo recuerdas pillín. Sabes
bien que no era tu madre, sino tu amante Ulises para ser exacto, ¿qué cómo lo
sé?; que poco me conoces Jorgito. No te culpo, tu madre aparte de tener barba, era alto, apiñonado, joven, dotado y
atento. ¿Celos?, ¿no?, no Jorgis, no son celos, es respeto. Tranquilo, sólo leí
unos cuantos mensajes días anteriores en el móvil de Ulises, el temblor sólo
fue una excusa para ir volando a los brazos de mi mejor amigo. ¿Hueles eso?, ¿no?,
hueles a Rosa Venus…
Horas más tarde después del
temblor que sacudió la Ciudad de México: “Treinta heridos, veinte muertos y dos
calcinados”, fueron el resultado de un trágico accidente en los baños Regio,
ubicados a quince minutos del metro Hidalgo. Según fuentes del 911 los hechos
ocurrieron pasadas cinco horas después del sismo; dado que el vapor restableció
sus servicios sin ser autorizado por elementos de Protección Civil, y el
Instituto para la Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México (ISC).
Según las primeras hipótesis con las que trabajan
los bomberos fue “Rosa Venus”, barra de jabón famosa en vapores y hoteles de
nuestro país, el posible culpable de obstruir las tuberías del vapor. Dicho
jabón originó la aparatosa explosión llevándose consigo treinta heridos,
actualmente se encuentran en la Cruz Roja. Los cadáveres de veinte personas ya
fueron reconocidos por sus familiares. Sin embargo, allí no termina la
desgracia dos jóvenes identificados como Jorge Anres y Ulises Atapaz murieron
calcinados al obstruirse la puerta del baño cuarenta y uno. Entre las
pertenencias del joven Jorge Anres se encontraron dos barritas de jabón.
Por Alan Isaac Morales Trejo
Por Alan Isaac Morales Trejo
Divina historia
ResponderEliminarQue bella historia
ResponderEliminarUna gran historia que te llena la cabeza de emociones y te hace sentir el momento
ResponderEliminarBella y dolorosa historia
ResponderEliminarMuy bella historia
ResponderEliminarBonita historia
ResponderEliminarQue bella historia
ResponderEliminarMe encantó
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